Como comentamos recientemente, el inventario constituye el mayor activo para un distribuidor. Mantener el ritmo de incorporaciones de producto en las distintas familias de piezas de recambio o incorporar una linea nueva de producto tiene un coste muy elevado.
El objetivo de cualquier distribuidor debería ser el poder suministrar el producto que le pide el cliente en el momento que se lo pide pero intentando maximizar la rentabilidad de la inversión en el inventario.
Pero, ¿Cuándo es el momento adecuado para introducir un nuevo producto en nuestro almacén? ¿Es la antigüedad del vehículo donde van montadas las piezas un factor determinante para tomar esta decisión?
Primero vamos a analizar el volumen de demanda en el mercado de la posventa en Europa según la edad del vehículo (años) donde van montadas las piezas, en base a 1000 alternadores y motores de arranque con aplicaciones en vehículos ligeros:
Si analizamos estos datos, podríamos identificar 5 etapas diferentes:
Como ya era de esperar, estamos confirmando la relación que existe entre el volumen de la demanda del mercado y la antigüedad del vehículo.
Ahora, vamos a analizar el porcentaje de estas piezas de recambio que tienen demanda alta, demanda baja o no tienen demanda, según la antigüedad del vehículo (años):
Si analizamos estos datos, durante las 5 etapas de antigüedad de los vehículos que hemos identificado, podemos extraer las siguientes conclusiones:
Como vemos, en todas las distintas etapas de los vehículos, existen elevados porcentajes de piezas que tiene demanda baja o sencillamente no tiene demanda. Esto provoca en todo momento gran incertidumbre en la correcta selección de los productos que debemos incorporar en nuestro almacén.
Ahora, como ejemplo, vamos a analizar la evolución de la demanda de 2 productos:
1) Alternador serie TG de VALEO con aplicación SEAT del 2004.
Entre 5 y 9 años: activación de la demanda.
Entre 10 y 15 años: demanda óptima y estable.
2) Alternador start/stop de VALEO con aplicación PSA del 2008.
Entre 3 y 4 años: activación de la demanda.
Entre 5 y 9 años: demanda óptima y creciente.
Como podemos observar, los años necesarios para la activación de la demanda (10 ó 4 años respectivamente) y el comportamiento de la demanda (estable o creciente respectivamente) es totalmente diferente para los dos productos.
Conclusiones:
La evolución de la demanda para cada producto es totalmente distinta.
La antigüedad del vehículo donde van montadas las piezas, no determina con precisión ni el volumen ni la evolución de la demanda futura de las piezas.
Para motores de arranques y alternadores con aplicaciones de vehículos ligeros, el 33% de las piezas para vehículos de entre 3 y 4 años, el 12% para vehículos de entre 5 y 9 años y el 4% para vehículos de entre 10 y 15 años, no tienen demanda.
El análisis sistematizado de los datos de demanda, inteligentemente agrupados, proporciona una fuente de información valiosa y determinante que representa una oportunidad para una mejora de la eficiencia y la competitividad para el distribuidor, especialmente para la gestión de los productos con poca demanda.
Market Expert: Sistema de información y de apoyo a la toma de decisiones para distribuidores de piezas de recambio de vehículos.